(Año 2005 EGB n° 4 Alte. Brown Marisa Garcia Menendez)
Iba caminando por el patio de la escuela cuando una alumna, (en realidad una alumnita) chiquitita de primer grado, que habla como si fuese una señorita; me para, me mira y me interroga:
-y vos ¿por qué contás cuentos?
Y fue una de esas preguntas que te dejan muda. Pero como una no debe quedar sin habla frente a los niños rápidamente respondí:
-Porque me gusta… me gusta mucho
Pero, pasaron los días y la pregunta me revoloteaba como un mosquito.
Y ya debía contestarla, no a la niña pero si a mi.
Entonces intente recordar… que pasa cuando cuento un cuento. Y las imágenes fueron cada vez mas claras: las risas de los chicos, la cara de sorpresa o de temor cuando el personaje está en peligro, el alivio reflejado en el rostro cuando el obstáculo fue sorteado.
Luego recordé un día que mientras contaba dije:
“…y el gallito decidió picar… y como era un charquito se ensucio…”
Hice el ademán de picotear y el cuento continuo, caminaba para aquí, me movía para allá y en un momento vi esa cara que ponen los chicos cuando quieren decir algo ¡Ya!!!!!
Pare, lo mire, si dándole permiso… y para mi sorpresa dijo:
-Seño, esta parada en el charquito, se va a ensuciar…
Mire el piso, no veía nada… si el charquito, era ese en el que el gallito se ensucio el piquito.
Y entonces me dije:
-Ya se por que cuento cuentos, porque me gusta.